STABAT MATER


Ver fragmento partitura / View incomplete score

Oír la música / Listen to the music

bv 3 an 4 Stabat mater, 1998, SATB, Dificultad: Media-alta. Texto: Latín. Litúrgico. 8.00 min. 

Javier Busto dirige al Taipei Youth Choir. National Concert Hall, Taipei, Taiwan.

STABAT MATER: Este profundo texto, una plegaria en la que se nos muestra el enorme sufrimiento de la madre de Jesús. María se encuentra junto a la cruz en la cual yace su Hijo. Es ésta una obra extensa, con dificultades de ejecución muy diversas tanto melódicas como armónicas, mostrando momentos dramáticos y otros más esperanzados. Ciertamente es una obra para coros que quieran asumir riesgos.

Fuente texto: Graduale Triplex, Solesmes 1979.

ENGLISH

STABAT MATER: This is a deep text that shows us the enormous suffering of the mother of Jesus. Maria is close to the cross in which her Son lies. It’s an extensive work, with very diverse difficulties of execution so much melodic as harmonics and showing dramatic as well as hopeful moments. Certainly it is a work for choirs that want to assume risks.

Source of the text: Graduale Triplex, Solesmes 1979.

Stabat Mater dolorosa

Juxta Crucem lacrimosa,

Dum pendebat filius.

Cujus animam gementem

Contristatam et dolentem

Pertransivit gladius.

O quam tristis et afflicta

Fuit illa benedicta

Mater Unigeniti.

Quae maerebat et dolebat.

Pia mater dum videbat

Nati poenas inclyti.

Quis est homo qui non fleret,

Matrem Christi si videret

In tanto supplicio?

Quis non posset contristari,

Piam matrem contemplari

Dolentem cum filio?

Pro peccatis suae gentis

Vidit Jesum in tormentis

Et flagellis subditum.

Vidit suum dulcem natum

Morientem desolatum

Dum emisit spiritum.

Eia mater, fons amoris,

Me sentire vim doloris

Fac ut tecum lugeam.

Fac ut ardeat cor meum

In amando Christum Deum,

Ut sibi complaceam.

Sancta mater, istud agas,

Crucifixi fige plagas

Cordi meo valide.

Tui nati vulnerati

Tam dignati pro me pati,

Poenas mecum divide.

Fac me vere tecum flere,

Crucifixo condolere,

Donec ego vixero.

Iuxta crucem tecum stare

Ac me tibi sociare

In planctu desidero.

Virgo virginum praeclara,

Mihi jam non sis amara,

Fac me tecum plangere.

Fac ut portem Christi mortem,

Passionis fac me sortem

Et plagas recolere.

Fac me plagis vulnerari,

Fac me cruce inebriari,

Et cruore Filii.

Flammis urar nesuccensus

Per te Virgo, sim defensus

In die judicii.

Christe, cum sit hinc exire,

da per matrem me venire

ad palmam victoriae.

Quando corpus morietur,

fac ut animae donetur

Paradisi gloria.

Amen.

Estaba la Madre dolorosa

junto a la Cruz, llorosa,

en que pendía su Hijo.

Su alma gimiente,

contristada y doliente

atravesó la espada.

¡Oh cuán triste y afligida

estuvo aquella bendita

Madre del Unigénito!

Languidecía y se dolía

la piadosa Madre que veía

las penas de su excelso Hijo.

¿Qué hombre no lloraría

si a la madre de Cristo viera

en tanto suplicio?

¿Quién no se entristecería

contemplando a la madre

con su doliente Hijo?

Por los pecados de su gente

vio a Jesús en los tormentos

y doblegado por los azotes.

Vio a su dulce Hijo

muriendo desolado

al entregar su espíritu.

Ea, Madre, fuente de amor,

hazme sentir tu dolor,

contigo quiero llorar.

Haz que mi corazón arda

en el amor de mi Dios

y en cumplir su voluntad.

Santa Madre, yo te ruego

que me traspases las llagas

del Crucificado en el corazón.

De tu Hijo malherido

que por mí tanto sufrió

reparte conmigo las penas.

Déjame llorar contigo

condolerme por tu Hijo

mientras yo esté vivo.

Junto a la Cruz contigo estar

y contigo asociarme

en el llanto es mi deseo.

Virgen de Vírgenes preclara

no te amargues ya conmigo,

déjame llorar contigo.

Haz que llore la muerte de Cristo,

hazme socio de su pasión,

haz que me quede con sus llagas.

Haz que me hieran sus llagas,

haz que con la Cruz me embriague,

y con la Sangre de tu Hijo.

Para que no me queme en las llamas,

defiéndeme tú, Virgen santa,

en el día del juicio.

Cuando, Cristo, haya de irme,

concédeme que tu Madre me guíe

a la palma de la victoria.

Y cuando mi cuerpo muera,

haz que a mi alma se conceda

del Paraíso la gloria.

Amén.